No hubo salida procesional. Nuestros Sagrados titulares no pudieron salir a bendecir a su pueblo. Fueron los alcalareños los que una vez más han demostrado la enorme devoción que les tienen a Jesús Cautivo y a su Madre de la Esperanza.
Nuestro agradecimiento a todos nuestros hermanos, a los fieles y devotos, a los que ofrecieron flores, a los que colaboraron con su música, con sus cantos y con sus meditaciones, a las autoridades y al Consejo de Hermandades y en general a todo el pueblo de Alcalá.